Tortillas exóticas

La gastronomía mexicana siempre se ha caracterizado por el uso, consumo y abuso del ingrediente que conocemos como maíz (Zea mays).

En otros países se les considera como "exótico" a todo aquello que no producen y no se encuentra tan fácilmente en el mercado. La piña, la guayaba y hasta los mangos son considerados como exóticos en países europeos por esta razón.

Pareciera que el maíz está pronto a entrar en esta clasificación en nuestro país, tal vez exagero, pero un panorama terrible amenaza a la población con el aumento en el precio de este producto que todavía sostiene a México. Es alarmante y preocupante.

Hace poco pedí una explicación acerca de los trangénicos y los orgánicos, tenemos las de perder frente a tecnologías más avanzadas en los países extranjeros en cuanto a estas nuevas generaciones de plantas superpoderosas.
Los transgénicos pueden destruir a las especies que tanto cuesta que crezcan (las naturales) y dejar el suelo inservible tras unos años; también está regulada su siembra, tienen un código (genético) verificable anualmente, sólo puede ser sembrado por uno o dos años y después se debe descontinuar su uso y renovar la especie (algo así como el antivirus y programas de la computadora) y es considerado como delito sembrar estas especies extemporalmente por lo que unos años estaríamos felices y después veríamos como hacer trampa, en pocas palabras, tráfico de maíz transgénico.

Los orgánicos están tan regulados que muchos productores mexicanos no podrían cumplir con las normas sin ver los precios afectados y ni quien se los compre frente a los, aparentemente hermosos, transgénicos. ¿Quien quisiera una mazorca pequeña y seca si es comparada con una grande y jugosa?

Actualmente se hace combustible de maíz transgénico, sin embargo no tenemos la suficiente tecnología ni para hacer transgénicos ni para hacer combustible.

¡Maldito sea Fox que decidió vender en un miseria el maíz de México! ($1 el kilo)

Suerte que existen demasiadas especies de maíz como para que acabaran con todas ellas y suerte que especies trangénicas sólo hay unas cuantas, que bueno que se tengan que declarar y que mal que haya corrupción en las declaraciones.